Si diez años después...

THE VERVE regresa a las bateas y a sus raíces con “Forth”, el primer disco que editan tras una década agitada, separados y sin novedades.


La foto de la portada recrea un nubarrón que quizás no sea inglés, ya que por debajo de esa masa gaseosa, febo asoma de una manera metafórica: quién realmente emerge es esta banda que está de vuelta con nuevas creaciones, aún cuando todavía tenemos en las retinas el inolvidable video de la inolvidable “Bittersweet symphony”.

Fieles a su estirpe, no intentan hits pegadizos, sino todo lo contrario. Diez largas canciones con distintos movimientos climáticos, como las mejores piezas de música clásica, para rescatar la quintaesencia del brit-pop de la segunda mitad de los 90, sumando matices shoegazers al combo.

Además, “Forth” tendrá otras ediciones a lo largo del globo. Una de ellas contará con dos lados B que quedaron afuera de la “oficial”. “Mover” y “Chic dub” son ellos, los cuales han sido estrenados en vivo.

Desde hace un mes conocemos “Love is noise”, el primer single, siendo una de esas composiciones pop que se adhieren como chicle al pelo. Allí se destaca el trabajo de PETER SALISBURY, con precisos cortes de batería, lo que hace aún más adictiva a la carta de presentación.

Es cierto que los años pasan para todos, pero la voz de RICHARD ASHCROFT, si bien suena más nasal, permanece intacta. En “Valium skies” desbordan distintos climas en los que su garganta aún puede desenvolverse. Lo mismo ocurre durante los siete minutos de duración de la pinkfloydeana “Numbness”, aunque por momentos sabe similar a otros buenos cantantes británicos, como LIAM GALLAGHER o DAMON ALBARN.

La coda es época y melancólica: “Appalachian springs” es ideal para un viaje rutero, con nubes como las de la tapa oficiando de horizonte y una lluvia ácida de guitarras deslizándose por el techo del auto. Nuevamente ASHCROFT hace las delicias vocales, la frutilla del postre.

Quizás “Forth” no cambie el mundo con canciones. Probablemente tampoco sea lo más destacado del catálogo de THE VERVE. Pero tengamos por seguro de que ha vuelto una gran banda y con un disco a la altura de su historia, camino a convertirse en clásicos del rock contemporáneo.

Ezequiel Ruiz