Buenos Aires Gothic

WAYNE HUSSEY, eterno líder de THE MISSION, volvió al país para un show íntimo donde media comunidad gótica de Buenos Aires se hizo presente. Si bien la excusa era la presentación de su disco solista, el repertorio solo se basó en clásicos de su ex banda y covers varios.

Si en los 90 eras habitué de lugares como Réquiem y el Panteón, no te tengo que explicar nada. Es más, estoy seguro que el domingo enfilaste para La Trastienda para ver el show del muchacho.

Si no tenés idea de qué estoy hablando, te cuento que THE MISSION fue una de las leyendas de lo que fue el rock gótico de los 80. Pero nunca cosecharon los elogios y la popularidad de sus pares como THE CURE, BAUHAUS o JOY DIVISION. Con el correr de los años fueron transformándose en una banda de culto más.

Si todavía no sabás de qué hablo, te digo que THE MISSION es como RACING: siempre jugando en primera pero luchando y remándola por no descender.

Con una Trastienda llena sale WAYNE acompañado solo de una guitarra, un piano y un chelista llamado VICTOR. Ya desde el principio arrancamos con clásicos indestructibles: “Beyond the pale”, “Shades of Green” y el coreado “Severina”. La Trastienda es el marco ideal para disfrutar del show; sin embargo están los clásicos personajes que solo se dedican a hablar de cualquier cosa tomando sus copas de vino mientras el músico hace su trabajo. Todavía no le encuentro mucho sentido a pagar una entrada para hablar de lo que hice el fin de semana, pero tal vez me estoy perdiendo de algo.

El músico se encuentra de buen humor. Bromea con el empate de Argentina y la derrota de Brasil (HUSSEY hace años que vive en ese país) y con sus problemas de erección y drogadicción. Claro que algo tendrán que ver las dos botellas de vino que se tomó durante el show. Por lo menos es un borracho feliz. Nada de espíritus góticos y melancólicos, por favor.

El repertorio no tiene fallas. Clásicos infaltables de THE MISSION como “Wasteland”, “Tower of strenght” y geniales versiones de “Like a child” y “Butterfly on a wheel”. También algunas gemas escondidas como “My funny valentine”. Y hay espacio para muchos covers: “Ashes to ashes” (DAVID BOWIE), “A night like this” (THE CURE), “Dancing barefoot” (PATTI SMITH) y “Like a hurricane” (NEIL YOUNG). Incluso bromea con su propia carrera “Esta canción seguro la conocen porque no es una de las mías”, dice antes de que suene “With or without you”, de U2. Espíritu loser el del hombre.

Para los bises, al parecer, el publico murió. Nadie pidió por otra canción. Ni siquiera se atrevieron a aplaudir. ¿Qué nos esta pasando?. De todas formas el músico sale pero no sin un reproche: “Esta es la parte en que ustedes pedían por otro. Ahora voy a tocar un tema que todos odian pero a mí me encanta”, cuenta antes que suene “My funny valentine”. Aunque inmediatamente después suena “Deliverance” y ahí explota todo, con la gente levantada de sus asientos demostrando que tiene sangre en las venas y coreando el irresistible “Brother, sister, give me deliverance, deliverance”. Mientras tanto, el músico se retira al son de los plausos del publico.

Así pasó el show de un eterno de los 80. Tal vez viéndolo críticamente, el futuro no es demasiado esperanzador, pero por lo menos por una noche, un puñado de cientos de fanáticos disfrutaron de esas canciones eternas que tanto bien hacen. Por lo pronto solo resta esperar por algún disco solista o un nuevo regreso de THE MISSION.

Facundo Llano