No me llames cerdo
Hay quienes comen para vivir y quienes viven para comer. El extremismo, se repite una y otra vez, no es bueno. Hay que encontrar el equilibrio. Más allá de una u otra postura, hay comida que da placer; rabas, salame y queso, matambre y ensalada rusa; asado, ravioles, milanesa con papas fritas, pizza; alfajores, tortas, facturas.
Lo malo, para quienes encontramos satisfacción comiendo, es engordar. Y peor aún es descubrir que hay quienes comen, tal vez más que uno, y no suben de peso; por el contrario, lucen flacos como si se alimentaran como pajaritos. ¡Ah, qué bronca dan!
2 comentarios:
¿Al final se separaron estos payasos?
aguante molotó
Publicar un comentario