Naranja sangrando
Ocho y media de la mañana. Talcahuano ya está despierta; personas que caminan rápido, de acá para allá; autos, colectivos y camiones siempre a punto de chocar. De repente, un accidente en la verdulería, una pérdida: una naranja se cayó de su cajón y rueda a través de la vereda directo hacia la calle. Nadie del negocio sale a su rescate. Un coche se aproxima y se intuye que su destino se encontrará con el de la fruta; entonces, efectivamente, las ruedas del automóvil aplastan a la naranja con impiedad y el asfalto queda enchastrado.
A continuación, suena “Durazno sangrando”, aquella canción de Luis Alberto Spinetta que hacia 1975 integró y dio título al segundo disco de Invisible. Tal vez, la historia que prologa el tema podría haber tenido de protagonista a un durazno, pero eso, además de una mentira, hubiese sido una injusticia para con la naranja atropellada.
3 comentarios:
Me encantó, Augusto!
qué temón, por dió
Que grosso como cuando uno esta fumado todo cobra dimension de una pelicula de acción y suspenso.
jajajjaaja
Re temprano arranca el chabon
Yo me lo he cruzado varias mañanas, doy fe
:P
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