El hip hop de la cárcel
En “La libertad”, Andrés Calamaro dice que todos buscamos lo mismo, que no sabemos bien qué es, ni dónde está; que a ella la conocen los que la perdieron, los que nacieron en el tiempo equivocado. Motivados por tales palabras, asistimos a una clase de música en la Unidad Penitenciaria Nº 18 de Gorina, en busca de algunas respuestas.
Si bien el repertorio que invita el Coordinador de los talleres y el encargado del coro, Guillermo Massi, oscila entre ritmos populares como la chacarera, lo melódico y la cumbia centroamericana, los muchachos prefieren el blues, el rock and roll y, como veremos, el hip hop para expresarse.
Tres estilos que comparten su fuerza de forma causal. Por un lado, tenemos las raíces bluseras de fines de siglo XIX, muestra sincera de la América despreciada, fundada por campesinos y obreros de color; cuyas cepas fueron perpetuadas por el rock and roll de los 50’.
Por otro lado, el camino del hip hop, creado por afroamericanos a fines del siglo pasado, y resignificado por países de Latinoamérica como México, Venezuela, Brasil y Chile.
En el caso de nuestro país, desde los 80’ impactó con mayor intensidad hasta formar una escena cuyo cuerpo cobra peso hoy en día. Tres maneras que han canalizado el curso de los que, al igual que tantos, se han preguntado muchas veces dónde está el albedrío y han llegado a contestaciones.
Entramos al penal Nº 18 de Gorina para encontrarnos con la representativa lírica de Arón MC.
Además, nos informamos que se encuentran preparando una presentación en el Coliseo Podestá, prevista para el próximo 20 de noviembre, con entrada libre y gratuita, y que comienza un concurso de música inter penitenciario a nivel nacional, cuyo primer premio es de 400 pesos.
2 comentarios:
que bueno como quedó la nueva web del acople, brindo por esto!
ningún boludo el chabón de la cárcel...
adhiero con andrés
muy buena la nota, es bueno mostrar lo que pasa detrás de la libertad, que se siente y como se trasmite...
saludos
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